Casa pintada, casa renovada
Todas las casas con el paso del tiempo van acumulando pequeñas rozaduras, que solo se consiguen eliminar con una buena mano de pintura. Aparte de esto, esas “pequeñas heridas” tan solo son la excusa perfecta que nos lleva a pintar la casa para darle otro aire y que quede más moderna, acogedora o personalizada.
Te preguntarás qué es lo primero que tienes que hacer. Pues bien, si tu intención es pintar toda la casa incluyendo el exterior, podemos empezar de dentro hacia afuera por ejemplo, simplemente por establecer un orden.
Consejos fáciles para pintar la casa
La pintura de exterior debe ser acorde a lo que vayamos a pintar, bien sean rejas metálicas, o ventanas y puertas de madera, pero ésta será siempre una pintura resistente a la sentencia del paso del tiempo.
Para pintar la casa por dentro, primero debemos observar si hay alguna acumulación de moho en alguna zona y solventar el problema una vez que hayamos descubierto de dónde proceden las humedades.
Si tomas en cuenta la ecología y quieres evitar los problemas que pueden causar algunas pinturas al ser inhaladas, procura conseguir pinturas basadas en resinas, aceites vegetales, o pintar la casa con pinturas de cal, arcilla, caseína marmórea…
Además de ser muy naturales, contribuyen a la transpirabilidad y evitan problemas de moho.
Después debes elegir el color que más nos guste, teniendo en cuenta el color de los muebles, las cortinas o la decoración en general. Si deseas otorgarle una mayor amplitud a tu hogar, lo ideal son colores claros.
Si por el contrario, tu hogar es de grandes dimensiones y prefieres que sea más un lugar más acogedor, puedes decantarte por colores más oscuros y originales . Pintar la casa será todo un reto para dejarla lo más espectacular posible.
Para pintar la casa, una distinguida combinación de colores claros con algunas paredes dominantes en oscuro, podrían ser la clave del éxito, en el nuevo diseño de tu hogar.
Preparativos previos para pintar la casa
Aprovecha todos los utensilios que tengas por casa, es decir, utiliza la ropa vieja para ponerte manos a la obra. Coge las sábanas o los periódicos y revistas usadas para empapelar todo aquello que no quieras manchar.
Comprueba que dispones de todo lo necesario para empezar, gafas protectoras, guantes, cinta de carrocero o protectora, bandeja, lija, masilla, rodillos, espátula etc y por supuesto, pintura.
Las superficies, muebles y puertas que no quieras pintar, envuélvelas bien antes de empezar a pintar la casa.
El arte de combinar colores para pintar la casa
No temas a probar los colores, esto te ayudará a decantarte por un color u otro y asegurarte de que es lo que realmente quieres. Es mejor hacerlo con la seguridad de que te encanta, ya que lo verás todos los días.
Combinar los colores puede resultar a veces complicado. Recuerda que en la rueda cromática los que se encuentran a ambos lados son perfectamente combinables. Esto es que el azul pega con el verde y el violeta , el naranja con el amarillo y con el rojo y el rosa con el violeta y el rojo.
Esto no quiere decir que los opuestos no combinen, pero si que llamaría mucho más la atención.
El blanco sigue siendo el más utilizado. La luminosidad que brinda es incomparable. Los colores como los marrones, grises, beige, negro son compatibles con todos los colores y darán un toque distinguido al pintar tu casa.
Tu casa es tuya y puedes pintarla como quieras, pero usar más de tres colores en una pared no es aconsejable.
Entre las diversas tendencias están la de combinar la pared del mismo tono que la puerta, pintar la pared a juego de las sillas o algún elemento de esa habitación, hacer la misma pared en bicolor (uno arriba y otro abajo), dibujar líneas verticales y combinarlas en colores verde agua y azul cielo…
Hay infinidad de estilos y esto ya va en gustos. Ten presente pintar tu casa en un momento de tu vida tranquilo. No te dejes llevar por un impulso o una mala época. Esto podría hacer que luego no te sintieras del todo a gusto, una vez finalizada la obra.
Comenzamos a pintar la casa
Vaciar la habitación que vas a pintar te facilitará el trabajo. Lo que no puedas pasar fácilmente a otra estancia, como los armarios o la cama, tápalos con sábanas viejas completamente.
Empapela la lámpara, el suelo, los rodapiés etc. Pon cinta de carrocero en las partes como los rodapiés, ventanas y bordes de las puertas.
Dependiendo de el estado de las paredes habrá que limpiarlas, lijarlas o enmasillarlas previamente. Este trabajo es entretenido. Puedes ponerte tu música favorita para amenizar estos ratos.
Ya puedes mojar el rodillo en la pintura, ve usando la bandeja para quitar el excedente de pintura y pinta haciendo todo el tiempo una “M” sin levantar el rodillo para que quede lo mejor posible.
Una vez finalizada toda la pared habrá que sumar otra capa de pintura pasadas unas 8 horas. Pintar la casa requiere su dedicación, pero te será grato el haberlo conseguido.
Si tienes alguna pared con estucado veneciano o papel pintado y quieres cambiarlo, reserva esta parte a un profesional. Conlleva mucho trabajo y un experto lo dejará impecable.
Cuando ya tengas todo el interior listo, pasa al exterior. Protege cristales, y todo aquello que no quieras ensuciar ni manchar. Para preparar las rejas lo primero que hay que hacer es usar una pistola a presión para quitar la suciedad y la pintura descascarillada.
Utiliza un cepillo de alambre para desprender el óxido de toda la reja, o más cómodo aún, con un cepillo para el taladro eléctrico verás como sale en un tiempo récord.
Aspira los restos que van cayendo, con la aspiradora que tengas. Si es de las grandes mejor.
Lija, elimina los restos pasando la aspiradora por la reja, pule los pequeños orificios y aplica la capa de imprimación para que no se arruinen por el óxido. Pintar tu casa y las rejas en concordancia, te dejará la sensación de estar en un nuevo hogar.